martes, 11 de enero de 2011

Organizando el caos

Retrato, autoretrato? vallamos por partes.

Cuando se me ocurrio fotografiar la habitación, en lo primero que pensé fue en como mostrar aquel caos, el mogollón de cosas aparentemente todas desordenadas y que se pudiese mirar de una forma mas o menos tranquila sin que agobiase.
La idea era hacer una foto documental en donde con una vista general se apreciase el mayor número de detalles posible, que todo estuviese mas o menos bien iluminado y que nada llamase la atención mas de la cuenta.
Para ello utilicé un angular (12 mm) e hice la foto desde una esquina y en una posición elevada: f9, 1/60 e iso 200, la velocidad es la que pedía la luz de la ventana.
Para crear una luz homogenea y que no hubiese ningún tipo de ambiente especial se utilizaron tres flashes, uno a cada lado de la cámara rebotados contra el techo y otro por encima con difusor y apuntando hacia abajo.



Normalmente cuando hago una foto que me gusta, la suelo mirar bastante en los días posteriores, me recreo y a veces cuanto mas la miro mas me gusta o totalmente al revés, imagino que es algo que pasa a todos.
Anoche mientras miraba esta foto, me paso una cosa curiosa, por un momento me vi reflejado en la foto, tuve la sensación de que era yo y me emocione; Sin darme cuenta me había hecho un autoretrato.
Analizando después la foto y de una forma mas racional veo que no es tan raro, hay cantidad de elementos que forman una parte importante de mi vida, a parte se ser la habitación donde seguramente mas tiempo paso.
Al fondo a la derecha hay una foto de mi hija, abajo a la izquierda están las cosas de mi mujer, las cosas repartidas por la habitación es lo que tengo siempre en mi cabeza, por no hablar de unas similitudes o conceptos mas filosóficos en cuanto a la forma, organizacion, elementos carismáticos, etc..
Tambien es cierto que a posteriori y una vez hecho el descubrimiento no es difícil ajustar las cosas, aun así y con todo, esto no hace mas que aumentar mi gusto por esta fotografía y reafirmar lo que tantas veces había oido de que para hacer un retrato, no es imprescindible que este el retratado.