viernes, 23 de enero de 2015

Atropello al respeto, autobús de Zorroza.

El título de la entrada puede sonar un poco raro o desconcertante, pero su única misión es llamar la atención y así espero que lo haga, creo que se entenderá después de leer toda la entrada.

Por otra parte esto no tiene nada que ver con fotografía, cosa que puede resultar chocante, pero es tal la indignación e impotencia que siento, que he decidido canalizarla por todos los medios posibles a mi alcance y ya que tengo un blog, porque no aprovecharlo?




Por desgracia son muchos los atropellos sufridos por ciudadanos y usuarios de entidades y servicios públicos. Amparados estos funcionarios o trabajadores de servicios públicos, en la dureza del trabajo (estar cara al público), respaldados por la burocracia a la hora  de reclamar o simplemente pedir respeto (valla usted a la otra ventanilla y ponga su reclamación), no nos queda otra en muchos de los casos que tragarnos la impotencia y ser engullida nuestra causa por el sistema.

Relataré a continuación lo que me ocurrió en la parada del autobús en Zorroza y las peripecias posteriores hasta llegar a mi casa.


Una vez llegado el autobús a la parada y mientras salía la gente por la puerta de atrás el conductor cerró la puerta delantera, habían subido las dos o tres personas que se encontraban delante de mi y yo estaba esperando frente a la puerta a terminar de fumar. Cierro dijo el conductor, entiendo que hacía frío, llevamos toda la semana con el y puede que mas a esa hora (alrededor de las 21:30), ya abrirás mas tarde, pensé para mi.
Antes de que hubiesen salido todos, llame a la puerta para que me abriese y no lo hizo, volví a llamar antes de que hubiese cerrado la puerta trasera, me ignoró, arrancó y se marcho. 


Podéis imaginar la cara de tonto que se me quedó en la parada y el mal rollo solo de pensar que tendría que subir andando con la posibilidad de que se pusiese a llover, causa por la que estaba esperando el autobús.

Casi seguido suele venir el otro autobús (esto no siempre es así) que también cubre la línea de mi barrio y termina en la misma parada. Por suerte para mi en esta ocasión si que vino y pude subir. 

Una vez en la parada me acerque al otro autobús con intención de pedir explicaciones al conductor de porque no me había abierto la puerta. 
El conductor se encontraba en el interior, hacia la mitad del autobús y con las puertas cerradas. Cuando le pregunte si me podía atender, simplemente me ignoro, lo hice en varias ocasiones llamando con los nudillos en el cristal,  pensé que igual no me oía (cosa que no creo porque me estaba viendo), así que llame con el mango del paraguas y en esta ocasión si que me hizo caso, le volvía a preguntar si me podía atender y darme una explicación de porque no me había abierto la puerta y lo único que hizo fue decirme que hasta dentro de 10 minutos no salía y no abría la puerta. 
Espere los 10 minutos, abrió la puerta y pedí las explicaciones, simplemente no dijo nada, no me quiso contestar. Supongo que no se esperaba verme allí y también entiendo que me reconoció y recordaba el hecho al no negarlo.



Pedí el libro de reclamaciones y me dijo que tenía que marcar billete, a lo que me negué porque no tenía ninguna intención de viajar, solo quería poner la reclamación, además llevaba diez minutos en la parada esperando a que me hubiese atendido. Pasamos dos o tres minutos debatiendo si me daba el libro, si marcaba o si salía el autobús, no se si por suerte o desgracia no había nadie mas esperando al autobús por lo que el tampoco se decidía a hacer nada.


Al final al verme sacar una foto con el móvil al lector de la barik (esto le debió sonar raro) cerró la puerta, inició la ruta pero no me dejo el libro de reclamaciones. Podía haber sacado la cámara que llevaba en la mochila con todo el equipo (venia de un taller de fotos), pero no tenía humor.
De camino llamo por la emisora a la central, preguntando si debería darme el libro de reclamaciones o no y diciendo que yo no atendía a razones ¡yo no atendía a razones! cuando fue él el que no me quiso atender a mi desde un principio. 



Sin llegar a salir de Zorroza (hay cinco paradas antes de coger dirección Bilbao), pasada la tercera le dije que me abriera en la siguiente para bajar (en ninguna de las anteriores había nadie esperando así que no paró) pensé en poner la reclamación al día siguiente y no tenía ganas de ir hasta Bilbao.

Ja, pues en la cuarta no paró. Tuve que preguntarle a ver si quería que llamase a los municipales porque tampoco me dejaba bajar, en respuesta me dijo que la cuarta parada me quedaba mas lejos de mi casa. Otra vez Ja, ahora se preocupaba por mi y había decidido por su cuenta que la quinta parada me venía mejor.

No le falté al respeto en ningún momento, lo mas fuerte que le pude decir (aunque suene mal) es "La has cagao, solo quería explicaciones de porque no me abriste la puerta y has liado una de P.M."
Al final me baje en la quinta parada, y subí andando hasta mi casa desde donde me encontraba en un principio. Por suerte no llovía.

He puesto una reclamación, aunque no creo que esto solucione mucho. Se que lo que me paso es una nimiedad comparado con otros problemas, pero estamos llenos de nimiedades como estas y al final si de alguna manera no intentas que te respeten es como si no te respetases a ti mismo y seguramente llegara un momento en el que explotes y lo pagues quizás con el que menos culpa tenga.

Desconozco la política de empresa o como actúan las compañías de autobuses en situaciones como esta. No tengo ningún interés en fastidiar a esta persona, eso a mi no me solucionaría nada. Lo que si espero es que le haya costado dormir por lo menos lo mismo que a mi y que para la próxima se lo piense antes de cerrar o no abrir la puerta a un usuario.

2 comentarios:

  1. Creo que esta situación social que estamos viviendo lleva hacia los extremos los comportamientos individuales. En algún caso para bien y en otros muchos (como este que te ha tocado vivir a ti) para mal. Y creo también que tendremos que aprender a convivir con estas situaciones porque cada vez se van a dar más. Se pueden combatir, tolerar o nos podemos adaptar pero tenemos que intentar, por encima de todo, que no nos dañen. Porque creo que los que las practican sí que están ya un poco dañados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si. Adaptarse porque no te queda mas remedio, tolerar digamos que de igual manera que toleramos a otra serie de individuos que pululan por nuestra sociedad. Y que no te dañen, psss, desde luego hay cosas muchísimo peores y que merecen más preocupación, aunque todo depende del momento que te pillen.

      Eliminar