viernes, 1 de abril de 2016

Artesano del cuero

Alejandro, así se llama este hombre de 83 años, natural de Mojados un pueblo en la provincia de Valladolid y a unos 27 km de la capital. Son muchas las anécdotas, historias y recuerdos que tiene de su pueblo natal, pero sobre todo recuerda el hambre y como a temprana edad le tocó dejar la escuela para buscarse la vida y aportar en casa. Época de posguerra, esto era algo común en muchos hogares independientemente de que fuese pueblo o ciudad.




De esto es de lo primero que me habló cuando le conocí, de esto y de su intención de plasmarlo en un libro junto con todas las historias que le ha tocado vivir.






De pequeño había tres cosas que le gustaban y quería ser, modisto, ciclista y trompeta. Lo de la bici mal, eran malos tiempos y no tuvo ni oportunidad de llegar a tener una. Trompeta, me dice que en la mili fue corneta (jaja, se ríe y comenta que bueno, algo ya hizo). Y lo de modisto, pues que ya lo es. Ha hecho (y sigue haciendo) faldas, chalecos y trajes en cuero, esto es lo que le gusta y en torno a lo que prácticamente ha girado su vida. Ropa y Complementos para eventos y transformaciones -Si tu me das la idea yo te la hago- esto es lo que pone en uno de esos papeles a modo de anuncio que me dio.

Aprendió a trabajar el cuero en el pueblo, un tío suyo le enseño "el cojo", y desde entonces (aunque no de forma profesional) no ha parado de hacer todo tipo de complementos y accesorios que se puedan imaginar, en cuero y en otros materiales.




Hace mas de 60 años que recalo en el país vasco, aquí conoció a Avelina, natural de Lekeitio y con los "ocho apellidos vascos" como el a modo de orgullo me recalca. Llevan 53 años juntos y ella ahora mismo no anda muy bien de salud, lo cierto es que llevan unos cuantos años de aquí para allá y no de de muy buena racha. Pero a este hombre no le falta el buen humor, irradia alegría y dinamismo, esto entre otras cosas es lo que me ha llevado a publicar esta entrada.

Volviendo al cuero, me cuenta lo que han viajado por la península recorriendo mercados medievales, pasión viviente, ferias y demás -ahora no, eh jaja se vuelve a reir- siempre vestidos con los atuendos que el hace y vendiendo lo que se podía. 

Mas arriba comentaba lo de su dedicación al cuero no de forma profesional, y no por la falta de profesionalidad, habilidad o dedicación, sino porque lo que que realmente les daba de comer era el trabajo que realizaba en una fábrica y una tienda que tenían en Llodio (nada que ver con esto) y donde estuvieron viviendo hasta las inundaciones del 83. Aquí es donde empezó la mala racha, en las inundaciones lo perdieron prácticamente todo y les tocó empezar de nuevo. Han vivido en varios sitios desde entonces, Laredo, Castro y ahora llevan algo mas de tres años en Zorroza.






Antes de semana santa me pidió que le hiciera unas fotos de las cosas que tiene, a parte del libro, le gustaría exponer algunas  y anda en ello. Aproveché para hacerle estos retratos mientras me enseñaba todo (caretas, instrumentos musicales, apeos, fotos de juventud, etc...), a la vez que me iba contando su historia. Esta mañana le he llamado para darle las fotos, ha aparecido con los dos perrillos que tiene y mientras tomábamos un café viéndolas, le he pedido permiso y comentado la idea de publicar esto, a lo que ha respondido contándome mas historias y dándome todo tipo de detalles.




Ya cuando le conocí me recordó ese espíritu hippy de los años 70, mientras hacíamos las fotos y vestido con el chaleco y sombrero me dijo "si por mi fuera iría así vestido a la calle, medio disfrazado todos los días para que la gente se riese, que se ria la gente y lo pase bien es lo que hace falta", cuanta razón amigo Alejandro ... y gracias, es un placer encontrarse gente como tú por el mundo ;-) 

2 comentarios:

  1. Una mirada sin ira hacia un pasado mejor. Veo también un poco de vuelta a tus orígenes. Esta vez me gusta bastante más el texto que las fotos. Estas últimas las veo bien en su componente "reporteril" pero seguro que con más tiempo habrías hecho un trabajo más elaborado. Quizá un poco menos fresco pero..
    Quizá también sucede que la concentración que se necesita para interactuar con el protagonista hay que restarla de otras cosas.

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  2. Gracias JC. No era mi intención hacer estas fotos y mucho menos escribir nada (de hecho era otro el motivo por el que fui). Seguro que con un guion o pensado de antemano el resultado hubiese sido distinto, no se si mejor o peor, pero diferente seguro ;-)

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