domingo, 24 de febrero de 2013

Anguleros

Si tuviese que buscar una razón o algo que justificase mi interés por este tema, seguramente tendría que remontarme a tiempos pasados.

Una época de mi juventud vivida en Bakio y que llegado el invierno tampoco permitía muchas cosas ni mucho mejores que hacer.






 La angula viniendo desde el mar, desconozco exactamente de que parte, ni porque extrañas corrientes, empieza su andadura ria arriba para desarrollarse y terminar siendo anguila.

La temporada empieza en octubre y termina en marzo, tiempo limitado para su captura legal entre los meses de noviembre y enero.






Pasado el tiempo, hace también unos cuantos años, viviendo en otra zona y  con posibilidades parecidas para la pesca de la angula (me refiero a la ria de Butrón), descubrí que esta pesca en ocasiones se complicaba algo mas de lo normal.






El elevado precio que puede llegar a alcanzar en el mercado (sobre todo en navidades), las limitaciones de la ria en sí para encontrar sitios adecuados, etc... propiciaban pequeñas mafias que acaparaban la zona y hacían la pesca prácticamente imposible para un profano que se acercase (no estoy seguro del todo, pero creo que todavía no estaba regulado el tema de las licencias).






Este invierno y medio por casualidad conocí a una gente que se dedicaba a esta pesca,  esto volvió a despertar mi interés, ahora ya de una forma fotográficamente hablando.

Tras varios intentos de quedar, al final, un día de perros y en una pesca medio furtivo/clandestina (por cierto con poco éxito) conseguí las fotos y a mi modo de ver reflejar un poco todo este mundillo.




En la actualidad la cosa ha cambiado mucho, y no me refiero al arte de la pesca en sí cosa que no, sino a las leyes, licencias concedidas, etc...


Al final ¿ afición por la pesca, pasión por la angula o necesidad?


No es de extrañar el precio al que se llegan a pagar, fuera a parte de las limitaciones legales, nos encontramos con que  la angula sale al anochecer, entra mas con riadas o temporales y la temporada se reduce a los meses de invierno.

Esta claro que son condiciones duras y hay que tener una motivación consistente para salir a pescarlas.




De cada pasada con el cedazo (artilugio utilizado para la pesca) puedes sacar tres, diez, quince angulas con suerte o ninguna, todo dependerá del día.
Una angula viene a pesar un gramo, en una noche que se de bien se pueden sacar de trescientos a seiscientos gramos (una jornada de tres o cuatro horas).

Se habla de bolas en las que de un solo viaje podrías coger un montonazo de angulas, pero esto se acerca mas a leyenda urbana que a realidad.
Por otro lado si hay quien asegura haber cogido en un par de noches entre seis y ocho kilos, pero tampoco deja de ser una excepción y que solo se da en contadas ocasiones.





Estas fotos están sacadas entre las tres y las cinco de la mañana y no paró de llover en ningún momento de la noche.

Se puede ver toda la serie aquí.

1 comentario:

  1. Es un artículo interesante. Esta vez los textos nos sitúan muy bien en la actividad y en tu percepción de ella. Pero son las fotos las que llevan el peso fuerte del relato. Me gusta cómo todos sus "defectos" (ruido, baja velocidad, etc.) se convierten en virtudes para mostrar el ambiente. Aunque creo que, en este caso, es obligatorio verlas en grande. Deberías recomendarlo a tus lectores por si acaso no saben cómo hacerlo.

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